DIVE Medical ayuda al diagnóstico de problemas visuales y neurocognitivos en la infancia

La empresa utiliza una tecnología basada en inteligencia artificial para explorar la visión de forma objetiva en cualquier paciente a través del seguimiento de la mirada.

DIVE Medical comenzó a idearse en 2013 en Aragón. Nació de la necesidad de Victoria Pueyo, oftalmóloga pediátrica y una de las cofundadoras de la empresa que, en su día a día, experimentaba problemas para realizar exploraciones visuales objetivas en bebés y en niños. Pueyo se lo comunicó a Diego Gutiérrez y Belén Masiá, del grupo de investigación en ingeniería Graphics & Imaging Lab de la Universidad de Zaragoza y, junto a un equipo multidisciplinar donde también se incluían oftalmólogos y optometristas del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón y el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud, crearon DIVE Medical. Actualmente, la empresa opera desde Gipuzkoa, concretamente en la sede de BIC. “El ecosistema empresarial de la provincia, así como algunas potenciales colaboraciones que estaban surgiendo, nos animaron a mudarnos al País Vasco”, indica Marta Ortín, cofundadora de la empresa.  

DIVE Medical ayuda al diagnóstico de las patologías a través de la visión. Ha desarrollado ‘DIVE’, una tecnología basada en inteligencia artificial para explorar la visión de forma objetiva en cualquier paciente, incluso en bebés desde los 6 meses. Para ello, utiliza eye tracking o seguimiento de mirada. “Sabemos dónde mira el paciente en una pantalla. Mostramos estímulos para evaluar diferentes funciones visuales y, analizando dónde miran respecto a los estímulos, podemos sacar métricas cuantitativas y objetivas para ayudar a hacer tanto cribado visual, como diagnóstico y monitorización de una patología”, explica Ortín.  

La empresa ya ha empezado la comercialización de su producto en España. A nivel estatal trabaja con el distribuidor FarmaMix, puntero en el sector oftalmológico. Varias clínicas privadas de distintas ciudades del Estado ya cuentan con él. Asimismo, la Universidad Complutense de Madrid lo está utilizando para varias de sus investigaciones. En cuanto a internacionalización, se ha utilizado el dispositivo en diversos estudios clínicos que ha realizado en diferentes países. “Lo que estamos buscando ahora son distribuidores como el que tenemos en España, sobre todo en otros países europeos y Estados Unidos”, cuenta la cofundadora.  

En cuanto a sus proyectos más relevantes, Ortín destaca dos. Uno de ellos empezó antes de que DIVE Medical se constituyera como empresa y fue una colaboración con Huawei. “Una parte de su programa de Responsabilidad Social Corporativa está relacionada con la financiación de proyectos de corte sanitario y nosotros queríamos mostrar el uso de la tecnología en este aspecto”, comenta Ortín.  

Se centró en el cribado visual y el proyecto se extendió durante cuatro años. Gracias a esa colaboración que financiaba el desarrollo del dispositivo y la validación, la empresa pudo hacer cribados visuales a niños y niñas en países como México, Vietnam, China, Hong-Kong o Rusia, además de en diferentes comunidades autónomas del Estado. “Esa colaboración hizo que consiguiéramos recoger una base de datos de más de 6.000 pacientes que nos ha servido para validar que lo que hacemos tiene una robustez científica detrás. Y han permitido también entrenar al algoritmo con el que funciona ese cribado visual”, asegura la cofundadora.    

Ahora mismo, DIVE Medical lleva a cabo un proyecto financiado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI). “Lo que estamos haciendo es demostrar el coste-eficiencia de ese cribado visual. Demostrar que, si se integra en la sanidad pública, esa detección temprana de patologías que podemos lograr y evitación de derivaciones innecesarias a la larga generarán beneficios tanto en el cuidado de la salud visual de los pacientes como económicamente para el sistema sanitario”, manifiesta Ortín.  

Aunque el dispositivo empezó a utilizarse en niños y niñas, en la actualidad también está disponible para personas adultas. “Hay funciones visuales que incluso en adultos se miden subjetivamente. O si nos vamos a población más envejecida también hay exploraciones que son complicadas para ella, así que, con algunos ajustes, incorporando estímulos de estética más adulta y revisando algoritmos, ya hemos generado una versión de adultos”, afirma Ortín.  

De cara al futuro, el gran objetivo es mejorar el dispositivo que la empresa ya ha sacado al mercado. Asimismo, DIVE Medical quiere también obtener información “no solo puramente oftalmológica sino también neurocognitiva”, ya que como explica la cofundadora, “también hay patologías neurológicas que se manifiestan a través de la visión”. En la actualidad, el Hospital Universitario de Cruces (Barakaldo) y el Instituto de Investigación Sanitaria BioBizkaia están utilizando DIVE en proyectos orientados a la detección de alzhéimer y párkinson, y DIVE Medical está trabajando en la detección de enfermedades neurocognitivas infantiles. 

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